connotaciones sexuales, de ahí que pueda traducirse por «castidad». En el siglo II d.C. nos encontramos con una secta cristiana, llamada los encratitas, cuyo miembro más conocido es Taciano, el compilador del Diatessaron. Se les llamaba así por su insistencia en la ἐγκράτειά, entendida como ascetismo, e incluía abstenerse de carne, de vino y del matrimonio (Ireneo: Haer. 1.28.1; Eusebio: HE 4.28ss). La diferencia entre este estilo de vida y el modelo novotestamentario de ἐγκράτεια se aprecia
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